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lunes, 22 de septiembre de 2014

Otoño

 
       Hay respiración, hay viento otra vez.
        El devaluado crepúsculo vuelve a tener sentido.
        Un primer halo de otoño asoma por la arboleda.

       Eduardo García Aguilar (Colombia, 1953)
       Foto: Hada L. Gutiérrez. 

lunes, 15 de septiembre de 2014

Despidiendo al verano


   Pues sí, ya los días son notablemente más cortos. Siempre despedimos con algo de pena al verano aunque también recibamos con alegría al otoño, con sus hermosos colores y su abundante carga de frutos. Apuramos los últimos restos de la huerta veraniega con esta ensalada acompañada de pan de Branu y pan de granas.

Ingredientes:
  • Judías verdes
  • patatas
  • manzanas Reineta
  • uvas peladas y despepitadas
  • frambuesas
  • tofu ahumado (o trocitos de foie)
  • Aceite, sal marina sin refinar, vinagre de manzana.
Preparación:
  1. Se cuecen las judías con las patatas, se escurren y se dejan enfriar.
  2. Se mezclan con los demás ingredientes y se aliñan.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Las múltiples posibilidades de las masas

   Son infinitas las recetas que pueden prepararse con la masa de pan. Aquí presentamos algunas de las que hemos hecho nosotr*s.

  Por supuesto, pizza.


Es super fácil de hacer cuando la masa ya está preparada y yeldada. Se extiende finamente, se añado tomate triturado, quesos variados y olivas negras y... al horno unos minutos.

Empanadillas dulces.


Estas están rellenas de manzana y queso de cabra.
Los pinchitos están amasados con azúcar y canela y fritos.

Buñuelos de especias.


Estos "buñuelos" fueron improvisados para una fiesta de año nuevo chino. Se añadió a la masa ya hecha, azúcar, jengibre, cardamomo y canela y se fueron friendo en abundante aceite caliente. Luego se acompañaron con una salsa de miel.

Es muy fácil improvisar un plato cuando se tiene la masa ya lista para usar, guardada en la nevera (o desongelada la noche antes).

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Conciencia del pan

    El día que hacemos el pan, encontramos en casa la alegría de volver a disfrutar de pan variado y tierno, como ocurre cada semana.
 
   Esta noche hemos cenado unos huevos revueltos (de nuestras generosas gallinas) con cebolleta y setas de cardo, acompañados de nuestros panes recién traídos, en nuestro caso un pan de trigu, uno de granas y uno de Branu con olivas.
 
 
 
   Esta cena nos resulta un festín, ¡el mejor de los manjares!

  Consumir pan integral artesano por encargo, hecho un día a la semana, conlleva un cambio de actitud que afecta a múltiples cosas.
  • Hay que acordarse de encargarlo o comprometerse a un pedido fijo y comunicar los cambios (anulación, cambio de especialidad, o de cantidad, etc).
  • Hay que acordarse también de recogerlo el día estipulado.
  • Hay que acostumbrarse a que se va endureciendo un poco a lo largo de la semana o congelarlo e irlo sacando poco a poco, o tostarlo.
  • Hay que mimar su conservación: en un lugar seco, ventilado, envolverlo para mantener la humedad, guardarlo en la nevera, congelarlo, etc.
  • Hay que calcular cuánto pan vamos a necesitar cada semana, con lo que tomamos conciencia de cuánto consumimos o de si vamos a recibir invitados, contar con ello.
  • Hay que llevar una bolsa o mochila para llevarlo a casa.
  • Hay que aceptar que el pan puede tener cambios según las condiciones climáticas, ya que es un producto vivo al que influyen cantidad de estímulos.
  • Hay que valorar que proceda de la agricultura ecológica porque los pesticidas se concentran en la cáscara de los cereales, por lo que un pan integral de agricultura convencional tendrá más aditivos que uno de harina blanca.
  • Hay que masticar más, lo que resulta sano para nuestra dentadura y maxilares.
  • Hay que esperar a que enfríe (el último reposo) ya que no es conveniente comerlo caliente pese a lo rico que está.
  • Nuestro organismo agradece la fibra y las bacterias lácticas que favorecen a nuestro intestino.
  • Contiene hidratos de absorción lenta, adecuados para una dieta sana.
  • Sacia más con menos cantidad.
  Las diferencias respecto a la opción de comer pan convencional que uno encuentra cada día y a cualquier hora, conlleva también otras ventajas.
  • El pan convencional está muy rico y tierno recién hecho pero resulta incomible en pocas horas.
  • No le salen mohos aunque pasen semanas porque no tienen nada vivo.
  • Contienen hidratos de absorción rápida, peligrosos en cualquier dieta y especialmente para la diabetes y la obesidad.
  • Como siempre está disponible, no se hace el ejercicio de concienciar cuánto se consume y necesita, por lo que se abusa de su consumo.
  • Por esa misma razón, termina muy a menudo en la basura, con el consiguiente sobregasto.
  • Nos acostumbramos a que siempre esté igual sin pararnos a pensar en la cantidad de aditivos que necesita para ese resultado.
  • Apenas necesita masticación.
  • Favorece el estreñimiento.
  • No aporta apenas nutrientes interesantes, son calorías vacías.
  • No se le da valor al ser tan barato y fácil de conseguir; nadie suele pensar en los panaderos que trabajan de noche para que el pan esté recién hecho en nuestro desayuno, ni en las horas que lleva el elaborarlo.
  • Nos da igual un día que otro, no experimentamos esa "falta de pan" al final de la semana.
   Cuántos ingredientes no materiales hay dentro de cada pan, junto a la miga...