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lunes, 18 de enero de 2010

5º. ¡QUE CALOR, ESTO PARECE UN HORNO!

¡Esto sube que se mata...! Llega la hora de encender el horno antes de que los panes yelden demasiado y se abra la masa. El calor aumenta en la panera. Seguimos preparando panes, primero los grandes, luego los chicos. Cuando el horno llega a la temperatura necesaria, cortamos los panes para ayudarles a abrir con buena forma. Cada masa distinta, un corte diferente para no confundirlos. Y entran al horno sonrientes para la transformación final.

Enseguida un nuevo olor nos envuelve, más dulzón, más tostado, más goloso, a la vez que el calor nos abraza también, sudorosos.

Mientras una hornada se cuece, vamos preparando las siguientes. Cada vez que abrimos el horno para sacar esos panes guapus y estupendos -que sí, que se lo decimos: ¡guapuuus!-, dorados y crujientes, el calor se hace casi insoportable. Nada más salir unos, entran otros, sin pausa.

Los panes cocidos se colocan en las baldas. Quinto reposo, el último... para enfriar y acabar de hacerse en su interior.

Ahora sí que parece mentira que del engrudo de harina y agua de esta mañana salgan estas maravillas.

sábado, 16 de enero de 2010

BIZCOCHO VEGANO


¡Por fin! ¡Ya era hora! Ya podemos dar salida a nuestro bizcocho vegano, una receta original surgida de eso que en Cantabria llamamos "el despaciu" (el tiempo libre, la calma, más o menos). Se trata de una pieza de 600 gramos, pudiendo ser de trigo o de escanda. El resto de ingredientes son harina de algarroba, sésamo, uvas pasas sultanas, aceite de oliva virgen extra, sal marina, azúcar de caña, agua, bicarbonato (en este caso no podemos usar nuestra querida Yelda) y, por último, nuestro cariño o mano artesana. Todos los ingredientes con certificación ecológica e integrales.

lunes, 4 de enero de 2010

4º. CUANDO SE PARTE Y REPARTE


Cuando acabamos de preparar las últimas masas, las primeras -trigo y escanda- ya están listas para continuar. Hay que repartir cada masa entre todos los panes encargados, partiendo y pesando cada uno. Se amasa cada pan dándole forma de bola. Es el momento de pesar y añadir las granas, calocas o frutos secos y trabajar bien para incorporarlos íntimamente a la masa. Una vez boleados los panes, hacen el tercer reposo, de unos quince a veinte minutos. Al acabar éste vuelven a ser amasados dándoles ya su forma final y colocándoles en los moldes previamente enceitados para que no se peguen. ¡Talánnn...! Cuarto reposo, entre cuarenta y sesenta minutos, en el que vuelven a doblar su volumen.

LA MEJOR PARTE: contemplar los “bollucos” en los que se ha convertido la masa, todos de aspecto suave y de diferentes colores debido a las diferentes harinas e ingredientes. No parecen la misma cosa que empezamos por la mañana... Los carteles de colores nos indican de qué masa es cada pan, no vaya a ser que se confundan...

viernes, 1 de enero de 2010

AÑU NUÉU, AÑO NUEVO, ASTI BERRI, BLOAVEZH MAT

En LA YELDA tenemos una tradición, ya larga, que es la despedida del año con un baño marino en la Nochevieja y, lógicamente, la bienvenida al nuevo año con otro baño, hoy, en Año Nuevo: ¡¡BUEN B-AÑO!!
No acaba ahí la celebración, hoy nos hacemos los regalos "navideños". En LA YELDA no hay reyes mágicos venidos de lejanas tierras y tiempos pretéritos ni señores barbudos y regordetes bajando por inverosímiles chimeneas o escalando por balcones con riesgo extremo. Con sencillez y con mucha ilusión nos regalamos pequeñas cosas para compartir en nuestra vida.
Hoy hemos tenido la suerte de ver un amanecer precioso y una luna llena en el oeste, pálida y orgullosa: ¡GÜEN AÑU!, ¡BUEN AÑO!, ASTI BERRI ON!, BON ANY!, BLOAVEZH MAT!, ...