LA MEJOR PARTE: contemplar los “bollucos” en los que se ha convertido la masa, todos de aspecto suave y de diferentes colores debido a las diferentes harinas e ingredientes. No parecen la misma cosa que empezamos por la mañana... Los carteles de colores nos indican de qué masa es cada pan, no vaya a ser que se confundan...
lunes, 4 de enero de 2010
4º. CUANDO SE PARTE Y REPARTE
Cuando acabamos de preparar las últimas masas, las primeras -trigo y escanda- ya están listas para continuar. Hay que repartir cada masa entre todos los panes encargados, partiendo y pesando cada uno. Se amasa cada pan dándole forma de bola. Es el momento de pesar y añadir las granas, calocas o frutos secos y trabajar bien para incorporarlos íntimamente a la masa. Una vez boleados los panes, hacen el tercer reposo, de unos quince a veinte minutos. Al acabar éste vuelven a ser amasados dándoles ya su forma final y colocándoles en los moldes previamente enceitados para que no se peguen. ¡Talánnn...! Cuarto reposo, entre cuarenta y sesenta minutos, en el que vuelven a doblar su volumen.
LA MEJOR PARTE: contemplar los “bollucos” en los que se ha convertido la masa, todos de aspecto suave y de diferentes colores debido a las diferentes harinas e ingredientes. No parecen la misma cosa que empezamos por la mañana... Los carteles de colores nos indican de qué masa es cada pan, no vaya a ser que se confundan...
LA MEJOR PARTE: contemplar los “bollucos” en los que se ha convertido la masa, todos de aspecto suave y de diferentes colores debido a las diferentes harinas e ingredientes. No parecen la misma cosa que empezamos por la mañana... Los carteles de colores nos indican de qué masa es cada pan, no vaya a ser que se confundan...
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