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miércoles, 25 de enero de 2012

Peñas arriba




En diciembre de 1894 quedó terminada e impresa la primera edición del libro "Peñas arriba", obra del escritor cántabro Jose María de Pereda. Es una obra nacida en la madurez del escritor costumbrista, llena de imágenes sensitivas y con un paréntesis en su redacción provocado por el suicidio de su hijo primogénito, Juan Manuel. Reproducimos aquí un fragmento en el que Pereda describe una cena en honor al protagonista de la novela, en las tierras altas de Cantabria.




"... Y sucedió lo que yo estaba temiendo rato hacía, por lo que había ido observando alrededor de la lumbre y en los trajines de la repolluda cocinera: que la cena dispuesta en honor mío era para servir de espanto más que de tentación y de consuelo a un comensal de mis tragaderas, hecho y avezado a las sabrosas parvidades de la cocina mundana. Comenzando a contar por los cubiertos y dos cucharones de plata de anticuada forma, una torta de pan casero, ocho vasos de cristal verdoso y un botellón muy negro, todo cuanto había y fue apareciendo sobre la mesa era macizo y grande y abundante hasta lo increible. Primeramente, un cangilón de sopas de leche, después una fuente muy honda, de un potaje de nabos en ensalada; luego una tortilla de torreznos, seguida de una asadura picante y, por último, una compota descomunal de manzanas, y mucho queso curado, de ovejas. Lo único que escaseaba allí eran la luz y el calor, porque la de las mechas del velón casi se perdía en el negro espacio antes de llegar a la mesa, ..."

sábado, 14 de enero de 2012

Haciendo pruebas con distintas harinas



Nuestros amigos de Castilla Verde nos han regalado harinas ecológicas/biodinámicas de su producción. Se trata de harina de trigo candeal (Triticum aestivum o Triticum vulgare) y de Trigo de los faraones o Trigo del corazón (Triticum turgidum), una variedad de cereal obtenida al reproducir semillas encontradas en pirámides egípcias. Ambas harinas llegaron con todo su salvado, tuvimos que cerner y cribar un poco para evitar una harina muy basta, pero el resultado, creemos, quedó bastante bien.


El pan obtenido en este primer contacto ha sido bastante bueno en el caso del trigo candeal, con un aroma a pan antiguo, entrañable (este adjetivo se nos ocurrió tras impregnarnos del buquet de la hogaza) y sabroso. Seguiremos probando esta harina, aunque creemos que está bastante bien lograda. En el caso del Trigo de los faraones, el resultado es más incierto, debido en gran medida a las características del grano (grande y muy duro) que presenta un tacto arenoso, recordando bastante a la borona de maiz. Absorve mucha agua y su gusto es más irregular, algo áspero pero con una consistencia semejante, en la forma, al trigo. Seguiremos amasando para ver resultados en distintas jornadas.



En la foto vemos al corte los panes, a la izquierda el de trigo candeal y a la derecha el pan faraónico. Éste último, por razones mercantiles y de propiedad especulativa, recibe un nombre comercial, que hemos evitado, ya que la empresa que lo patentó -sí, habéis leido bien- persigue a quien utiliza ese término que empieza por K. Sin palabras...

viernes, 6 de enero de 2012

Decrecimiento



El atolladero en el que estamos sumidos ofrece pocas salidas viables y duraderas, parece que el decrecimiento -palabra que va a costarle mucho al sistema pervertir- es la única, queramos o no, que puede atenuar las consecuencias del colapso energético, medioambiental y demográfico que se estima en ciernes.


Una web para seguir: