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miércoles, 23 de abril de 2014

El pan y l*s niñ*s

   Habíamos quedado para dar un paseo por el pinar. Un paseo precioso, lleno de sol y de gente paseando, de vacaciones. Pero para nosotr*s ya había que dar la vuelta porque tocaba ir a trabajar. Claro, el peque no quería... Nos costó mucho convencerle y el regreso fue más largo y trabajoso que la ida. Por fin, llegamos a los coches. Y entonces entregué los panes que habían encargado.

   Cuál no fue mi asombro cuando Aritz, de dos años, empezó a lanzar grititos de alegría al reconocer el envoltorio. Con sonrisa radiante cogió uno de los panes y se puso a comerlo, mordiéndolo directamente.

   Gracias a eso, se dejó colocar en el asiento del coche sin rechistar y pudieron irse enseguida.

   Para nosotr*s, que hacemos el pan con tanto cariño, ésta es la mejor de las recompensas. Estamos acostumbrados a que no a todo el mundo guste este tipo de pan -integral, con levadura madre y natural (yelda)- que a much*s les resulta durón y un poco ácido. Claro que l*s amig*s que nos lo encargan, lo aprecian y nos lo cuentan; pero ver que niñ*s pequeñ*s, a los que "se supone" que les gustan los alimentos blandos y triscones, se entusiasman con nuestro pan, verdaderamente nos emociona.

   Sabemos que Aritz no es nuestro único peque-seguidor. Nuestr*s propi*s hij*s lo han comido siempre gustosamente (aunque tampoco hacen ascos a un trozo de pan blanco convencional, de vez en cuando), así como otr*s hij*s de amig*s que nos han seguido desde su infancia hasta su actual adolescencia.

   Esto solo confirma que el gusto se adapta a los hábitos que mantenemos, y que siempre podemos disfrutar realmente con el cambio hacia hábitos más sanos, sin sufrir demasiado con las renuncias.  

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ya lo creo que no es el único.
a Violeta siempre le ha gustado mucho más este pan, que el normal, pero mi mayor alegría es que Pablo me ha pedido unas rodajas para llevarse de almuerzo al cole!! Así que ahora el pan lo acabo enseguida, porque se llevan un par de rodajas hasta que lo acabamos.
Que satisfacción me da.

Pan... pan!! dijo...

Un besazo, Eva.