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jueves, 10 de diciembre de 2009

1º. CÓMO COMIENZA CADA JORNAZU

Pues todo comienza la noche antes del amasado. Tenemos que cotejar los encargos; miramos uno por uno, pan por pan, persona por persona, un pensamiento para cada una, ¡que no se nos olvide naide! Y no es porque seamos despistados ni nada... También calcular la cantidad de yelda (levadura) que vamos a necesitar para fermentar esa cantidad de panes concreta que varía cada semana. Y luego, prepararla entre seis y ocho horas antes, dependiendo de la temperatura que haga y de cómo esté la “madre” de activa.

Se la alimenta con harina y agua en la cantidad adecuada para obtener el volumen que necesitamos. Ya comienza a desprender su olor que después quedará prendido a las paredes durante toda la semana.

Los cálculos nunca son exactos, porque la yelda parece tener algún poder mágico con el que a menudo desborda nuestras previsiones... Sospechamos que es una expresión de la abundancia que nos ofrece la vida...

Por último, dejar ya preparada la selección musical que amenizará la tarea y que alegrará los panes. Siempre hay alguna sorpresa divertida.

Y corriendo a la cama, que hay que procurar descansar intensamente...

3 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Pan. El Dios de todos los Dioses... por algo le vendrá el nombre, felicitaciones por vuestro trabajo.

Pan... pan!! dijo...

Hola Sarilen y Juan.
Una cálido abrazo para ambos.