Se la alimenta con harina y agua en la cantidad adecuada para obtener el volumen que necesitamos. Ya comienza a desprender su olor que después quedará prendido a las paredes durante toda la semana.
Los cálculos nunca son exactos, porque la yelda parece tener algún poder mágico con el que a menudo desborda nuestras previsiones... Sospechamos que es una expresión de la abundancia que nos ofrece la vida...
Por último, dejar ya preparada la selección musical que amenizará la tarea y que alegrará los panes. Siempre hay alguna sorpresa divertida.
Y corriendo a la cama, que hay que procurar descansar intensamente...
3 comentarios:
Pan. El Dios de todos los Dioses... por algo le vendrá el nombre, felicitaciones por vuestro trabajo.
Hola Sarilen y Juan.
Una cálido abrazo para ambos.
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