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miércoles, 2 de septiembre de 2015

Razones para dejar de comer pan blanco de manera habitual

   Ahora que comenzamos el mes de septiembre, venimos con energías renovadas del verano y con propósitos para el nuevo curso. Uno de ellos suele ser cuidar más la alimentación, después del desorden de las vacaciones. En La Yelda os damos algunas razones para abandonar el pan blanco como alimento habitual.

  • Demasiado pobre en nutrientes. Las harinas blancas o refinadas han sido desprovistas de la parte más nutritiva del cereal, el germen, rico en vitaminas y minerales, debido a que enrancia fácilmente y dificulta la caducidad de las harinas. También se ha eliminado el salvado, valiosa fuente de fibra, algo fundamental para la buena absorción de los alimentos y para la salud intestinal. Lo mismo pasa con otros productos elaborados con harinas refinadas: pasta italiana, galletas y bizcochos, cereales de desayuno, etc. etc. Si optamos por los productos integrales, deberemos asegurarnos de que son de verdad integrales, es decir, elaborados con la harina completa del cereal, ya que un truco muy extendido es añadir un puñado de salvado a las masas de harina blanca para que parezcan integrales, pero no es lo mismo, ya que además las harinas refinadas suelen llevar un montón de aditivos para conseguir una serie de resultados más "vendibles". Por otro lado, al escoger productos integrales deberíamos hacer el esfuerzo de que fuesen también procedentes de la agricultura ecológica, ya que la mayor parte de los insecticidas y productos químicos del cultivo se quedan precisamente en la cáscara del cereal o salvado.
  • Demasiados azúcares. Al ser puro almidón, el pan blanco se convierte en un alimento de alto índice glucémico, es decir, que al igual que el azúcar o el alcohol es de combustión rápida con una fuerte subida de la insulina, con lo que puede producir poco después una fuerte bajada de la misma como reacción (picos glucémicos), con la consiguiente sensación posterior de hambre. Las calorías son absorbidas rápidamente, aumentando el azúcar en la sangre.
  • Demasiada sal y otros aditivos. En general, el pan blanco industrial suele llevar una cantidad elevada de sal. Esta sal, aun en el caso de ser sal marina, es refinada y prácticamente solo contiene cloro y sodio. Además, las harinas blancas, como hemos dicho antes, suelen llevar un montón de aditivos para "mejorar" su textura y sabor, entre ellos sacarosa o azúcar. 
   Si te interesa saber qué lleva realmente la harina del pan blanco, pincha aquí .    

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