Con nuestra masa de pan (de trigo, escanda, centeno, o sin sal), amasado con aceite de oliva virgen extra y envasado con aire (es un alimento vivo); la base para pizza o coca se guarda en la nevera (a nosotr*s nos dura más de una semana en perfecto estado). Tomando nuestra masa, provistos de un rodillo o con las manos (estirando y estirando) cubrimos la superficie de la bandeja. Podemos amasar sobre un trozo de papel de horno, esto nos facilita transportarla a la bandeja. Mientras hacemos esto, calentamos el horno.
La pizza o coca con todos los ingredientes ya está lista para ser introducida de nuevo en el horno (180 ó 200 grados, 7 a 10 minutos).
El resultado final es un sabroso plato, que podemos hacer cualquiera de nosotr*s y que hace las delicias de cualquier comensal. A l*s peques, les encanta participar en el proceso.
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