jueves, 22 de octubre de 2009
El valor del reposo
El título de esta entrada puede parecer equívoca, mejor dicho, lo es; pero en la elaboración del pan, y de cualquier alimento, debe haber cierta calma y cierto reposo. En el caso del pan, de nuestro pan, hacemos lo posible por cuidar su reposo, sus reposos.
Una de las características de la elaboración de nuestro pan es que tiene cinco (5) reposos. Cuatro antes del horneado y uno tras el horneado. El objetivo de esos reposos es facilitar la predigestión que desarrolla la levadura madre natural (yelda). Buscamos que nuestro pan sea lo más digestivo posible.
En tiempos en que todo va deprisa... nosotros vamos a la contra...
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4 comentarios:
¡Precioso!
Claro que sí! Un abrazo desde el Mediterráneo.
Ibán (¿Te quedas a cenar?)
Me apunto a lo de ir a la contra. Completamente de acuerdo. Paso a paso, sin prisas.
Muxu bat
Un abrazo para ambos.
Aparecéis fugazmente y se convierte la tahona en una fiestuca. Gracias.
Iban, si te acercas por ese rincón de costa que conocemos, avisa... quizás haya oportunidad de volvernos a ver.
Juantxo, ya sabes dónde estamos.
Un abrazo
Totalmente de acuerdo. El reposo es lo mejor para hacer las cosas bien
Un abrazo
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