jueves, 28 de abril de 2016
Con mermelada de ruibarbo
Nuestro pan de escanda (espelta) con granas (sésamo, linaza dorada, pipas de girasol y amapola) con una corta pasada por el fuego y bajo una mermelada delicada y deliciosa: de rabarbu (ruibarbo).
El ruibarbo (Rheum rhabarbarum) ocupa un lugar especial entre las mermeladas que elaboramos en casa. Es posiblemente la más fina de entre todas ellas (hacemos mermelada de ciruelas rojas, ciruelas claudias, grosellas negras, de higos, compota de manzana y de membrillo). Es curioso que de una planta que ocupa un lugar tan poco señalado en la huerta como ésta, surja algo tan sabroso.
Utilizaremos los tallos, desechando las hojas (son tóxicas). Lavamos bien los tallos y los pelamos, eliminando bien sus hilos, su fibra. Es una labor minuciosa. Cortamos y añadimos a una olla los trozos de ruibarbo e incorporamos la mitad de su peso en azúcar (o al gusto). Cocemos y trituramos. Vertemos a tarros esterilizados y embotamos.
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