Nuestra gente golosa no se resignaba a que en verano no hiciésemos un pan dulce y a menudo nos lo recordaba.
Reconocemos que este verano se juntaban ya demasiadas penas: que si la crisis, que si los recortes... y para más inri un mal tiempo como no se recuerda y que parece que nos va a dejar sin playa...
Pues nos hemos puesto manos a la obra y... ¡voilá!
La inspiración veraniega nos ha llevado a un pan marmolado con mermelada de grosellas negras (Ribes nigrum), llamadas en Cantabria miérganos negros o gándaros negros, pasas, cáscara de limón y azúcar de caña integral. Como siempre, todo con ingredientes procedentes de la agricultura ecológica.
Tuve el privilegio de probarlo el finde: ESPECTACULAR.
ResponderEliminarGracias, Marta. Es gratificante que nos digas eso porque, además de que ya lo probaste algo durillo, cuando creamos algo nuevo nunca estamos seguros de si gustará.
ResponderEliminar