sábado, 14 de mayo de 2011

Una buena despensa

Del techo colgaban jamones ahumados y morcillas en largas filas, un largo varal lleno, porque al papá de Miguel le gustaba mucho la morcilla con tocino y bechamel. Y allí, en un rincón, estaba el arca del pan con todas sus deliciosas hogazas, junto a la mesa plegable con todos los quesos amarillos, y las ollas de barro con la mantequilla recién hecha. Detrás de la mesa estaba la tina de madera llena de tocino salado, y allí al lado, el gran armario donde la mamá de Miguel tenía el jugo de frambuesa y los pepinillos en vinagre y las peras en jengibre y la compota de fresa.

“Miguel el Travieso”
Astrid Lindgren. Suecia, 1928

2 comentarios:

  1. Yo diría que lo que cuelga de la vara en la primera ilustración son en realidad panes planos crujientes (knäckebröd), secándose para durar todo el invierno :)
    Algo así:
    http://www.flickr.com/photos/7394371@N06/5654033398/in/photostream

    Ya le metía yo ahora mismo al zumo de frambuesa ese ;)

    Ibán

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  2. Hola Ibán.
    ¡Qué agradable tu visita!
    Un pajarucu nos ha dicho que andas por tierras suecas y allá que te mandamos un gran abrazo.
    Aquí ya estamos empezando a recoger las primeras frambuesas, moras de morera y fresas... ¡hummm!
    Besos desde Cantabria.
    LA YELDA

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