Una buena despensa
Del techo colgaban jamones ahumados y morcillas en largas filas, un largo varal lleno, porque al papá de Miguel le gustaba mucho la morcilla con tocino y bechamel. Y allí, en un rincón, estaba el arca del pan con todas sus deliciosas hogazas, junto a la mesa plegable con todos los quesos amarillos, y las ollas de barro con la mantequilla recién hecha. Detrás de la mesa estaba la tina de madera llena de tocino salado, y allí al lado, el gran armario donde la mamá de Miguel tenía el jugo de frambuesa y los pepinillos en vinagre y las peras en jengibre y la compota de fresa.
“Miguel el Travieso”
Astrid Lindgren. Suecia, 1928
Yo diría que lo que cuelga de la vara en la primera ilustración son en realidad panes planos crujientes (knäckebröd), secándose para durar todo el invierno :)
ResponderEliminarAlgo así:
http://www.flickr.com/photos/7394371@N06/5654033398/in/photostream
Ya le metía yo ahora mismo al zumo de frambuesa ese ;)
Ibán
Hola Ibán.
ResponderEliminar¡Qué agradable tu visita!
Un pajarucu nos ha dicho que andas por tierras suecas y allá que te mandamos un gran abrazo.
Aquí ya estamos empezando a recoger las primeras frambuesas, moras de morera y fresas... ¡hummm!
Besos desde Cantabria.
LA YELDA